Translate

Wednesday, November 21, 2012


No puedo creer que hayan pasado diez meses desde mi último post, en verdad que les pido perdón. No crean que he estado holgazán, han ocurrido muchos cambios en mi vida, grandes cambios por el cual Dios me ha enviado. Es increíble cuan ignorante somos los seres humanos, pensamos que tenemos a Dios entendido, que con tan sólo decir; "heme aquí, ¡envíame a mi!" le vamos a causar una risita, un momento de felicidad, el cual lo satisfará y me ganará mi lugar en el reino.  ¡Que equivocados estamos! Citamos versículos, hacemos promesas, declaramos lealtad en momentos de éxtasis en adoración, como si estuviéramos entre multitudes de personas haciendo lo mismo ante el trono majestuoso de Jehová, deseando con todas nuestras fuerzas que me elija a mí; pero, cuando Dios se levanta de su trono, mira a la multitud, fija su mirada en ti, señala con su dedo tu corazón y dice; “sierva requiero más, no tan sólo tu alabanza, no tan sólo tus promesas, quiero acción, ven sígueme.” ¿Qué hacemos?  Damos el paso de fe, y aceptamos el llamado, causando a todos a nuestro alrededor aplaudir y ha animarnos hacia adelante, o nos encogemos de hombros, nos sorprendemos que nos haya elegido, nos señalamos pidiendo confirmación, y nuestra multitud de testigos nos mira tristes y avergonzados por nuestro temor. 

 

Este año mi esposo y yo tomamos ese paso de fe, dejamos nuestra casa, nuestra familia, nuestras amistades, nuestros trabajos, nuestro país, y nos embarcamos en una aventura con Dios.  Muchos han criticado nuestra decisión, muchos han dudado nuestro llamado, otros simplemente piensan que hemos fracasado, pero mi llamado no fue hecho por ellos, fue hecho por Dios, el pacto que Dios ha hecho con mi familia es único, y nadie más le tiene que entender ni recibir sólo Dios y nosotros.  No crean que tan gran certeza que llevo en mi corazón no a causado duda, temor, desesperación en mi vida, lo ha hecho, mi madre sabe cuanto he llorado, mi esposo sabe cuantas veces he querido regresar, pero sólo Dios sabe cuanto le he pedido que fortalezca mi corazón, y que como al pueblo de Israel saque mi corazón de Egipto. 

 

Dios quiere una iglesia que no sólo le pida; déjame ver tu gloria, sino que le permita enseñarnos su gloria, que no dejemos de orar y adorar hasta que la veamos.  Él no quiere oír más; se mi proveedor, sino que dejemos de trabajara tantas horas para obtener tantas cosas que no necesitamos, y que rindamos ese tiempo a nuestra familia, a la iglesia, a la comunidad y sobre todo a una relación con él y le permitas a él ser tu divino proveedor de lo que necesitas.  Pero para él poder hacer esto y mucho más tenemos que tomar ese primer paso de fe.  Eso es lo que hemos hecho este año y hemos visto la gloria y la provisión de Dios como nunca antes.  Nos hemos literalmente quedado boca abierta con la provisión divina de nuestro Dios, pero nunca hubiera experimentado tal cosa sino le daba la oportunidad a Dios. 

 

No estoy segura la razón por la cual éste post va por este camino, no he citado ni un versículo, ni he traído un tema en si, pero sólo quiero dejarle saber a todos que Dios quiere hacer en nuestras vidas y con nosotros mucho más que le permitimos.  En realidad limitamos a Dios como iglesia, yo sé que lo que he experimentado en estos diez meses tan sólo es una chispa de las cosas que Dios es capaz de hacer, y eso me excita, porque en realidad cuando tu haz probado un poco de Dios, uno solo quiere más, pero más requiere más entrega, más sacrificio, más fe.  Mi pregunta es, como iglesia e individuo: ¿Lograremos ser añadidos ha Hebreos 11? 

   "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos..."
Hebreos 11:1-2
Yo quiero ser añadida.