"Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel."
Josue 7:1[1]
Si leemos en la Biblia el capitulo anterior en el libro
de Josué la Biblia nos relata una maravilla.
El pueblo de Israel llevaba cuarenta años dando vuelta en el desierto,
Moisés había fallecido, y Josué fue nombrado el sucesor de Moisés, el cual
dirigiría al pueblo (la segunda generación) a la tierra prometida. Jehová le había dado la estrategia exacta de
cómo el pueblo conquistaría a Jericó.
Ahora tenemos que entender la importancia de Jericó. Dios le había prometido a Abraham la tierra
del Cananeo:
“Y pasó Abram
por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el encino de More; y el
cananeo estaba entonces en la tierra. 7Y apareció Jehová a Abram,
y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra.c Y edificó allí
un altar a Jehová, quien le había aparecido. 8Luego se pasó de
allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda, teniendo a Bet-el al
occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a Jehová, e invocó el nombre
de Jehová.” Genesis 12:6-9 [2]
La tierra de
Canaán era un territorio muy extenso, compuesto de siete providencias; bajo la
dirección de Jehová y Moisés el pueblo había conquistado a Palestina Oriental
la primera parte del territorio Cananeo, lo cual se redacta en el libro de Números. Jericó era la providencia central, Palestina
Occidental, era un punto estratégico para dividir a Canaán y evitar que las
providencias restantes se unieran en contra de Israel.
Jericó “Algunos
eruditos coinciden en decir que significa 'ciudad de la luna'. Es la más
antigua ciudad de Israel. Situada en una amplia llanura del valle del Jordán,
al pie de la subida donde comienzan los montes de Judá, teniendo del otro lado
el sistema montañoso de Moab (Dt. 34:1). Está a unos 250 m por debajo del nivel
del mar, regado por buenas aguas y con una temperatura cálida agradable, cosas
que hicieron muy atractivo el sitio desde tiempos inmemoriales." (Lokward)[3] La
enciclopedia nos dice que era una ciudad que se dedicaba a la agricultura, dada
a su localización era rica en cosecha, y una ciudad muy bien establecida
económicamente. La ciudad estaba muy
bien fortalecida con una gran muralla a su alrededor. Los ciudadanos de Jericó estaban atemorizados
por los hijos de Israel y la fama que les seguía:
“1Ahora, Jericó estaba cerrada,
bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. 2Mas
Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con
sus varones de guerra. 3Rodearéis, pues, la ciudad todos los
hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante
seis días. 4Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos
de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad,
y los sacerdotes tocarán las bocinas. 5Y cuando toquen prolongadamente
el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo
gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo,
cada uno derecho hacia adelante." Josue 6:1-5[4]
Dios le dio a
Josué paso a paso lo que él iba hacer, detalladamente como él tomaría la
ciudad, pero le dio una gran advertencia, y fue muy claro en ella:
“17Y
será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella;
solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por
cuanto escondió a los mensajeros que enviamos. 18Pero vosotros
guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que
hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. 19Mas toda
la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a
Jehová, y entren en el tesoro de Jehová.” Genesis 6:17-20[5]
Dios le dio la victoria
en las manos a Israel, le dio la estrategia, le dio la advertencia, el pueblo
solo tenía que obedecer para poder clamar su victoria. El pueblo en un acto de fe; caminando
alrededor de la ciudad seis veces, una vez cada día hasta el séptimo día, cuando
en fe caminaron alrededor de la ciudad siete veces, al momento preciso
gritaron, y en ese preciso momento un gran terremoto causo que las murallas
cayeran (la maravilla) y el pueblo entro a la ciudad y la tomo, matando y
destruyendo todo en ella.
Dios exige y anhela la obediencia de su siervo, el
pueblo de Israel fue obediente, no importándole lo que los ciudadanos de Jericó pensaran
de ellos, estos hombres de guerra, el terror del desierto que iban de ciudad en
ciudad conquistando y ahora estaban simplemente rodeando la ciudad tocando
instrumentos con un arca enfrente de ellos, su obediencia causo una maravilla,
causó que las murallas se derrumbaran (algunos historiadores dicen que lo que
causo que las murallas de Jericó cayeran fue un terremoto, no el grito de los
Israelitas, pues yo digo que coincidencia que en el preciso momento que el
pueblo de Israel estaba afuera de la ciudad, ellos dieron un grito y los platos
de la tierra decidieron moverse causando un terremoto), Dios honro a su pueblo y
movió la tierra la cual derrumbo la muralla.
Ahora después de todas estas maravillas, después de
recibir su bendición, después de su obediencia ser recompensada con una
maravilla, el pueblo sale al campamento y decide ir atacar a Hai, una providencia
al noroeste de Jericó, mucho más pequeña:
"4Y subieron
allá del pueblo como tres mil hombres, los cuales huyeron delante de los de
Hai. 5Y los de Hai mataron de ellos a unos treinta y seis hombres,
y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron en la bajada;
por lo cual el corazón del pueblo desfalleció y vino a ser como agua." Josue 7:4-5[6]
¿Qué paso?
“1Pero los hijos de Israel
cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo de Carmi,
hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de
Jehová se encendió contra los hijos de Israel." Josue 7:1[7]
Josué no sabía pero alguien en medio del pueblo no había
obedecido el mandato de Jehová y tomaron del anatema, ¿qué es anatema? En el Antiguo Testamento es usada como palabra hebrea "herem" que señalaba a algo apartado
de una forma que no podía ser utilizado para un fin profano (sagrado) y que
pertenecía a Dios; se refiere específicamente al botín de guerra cuyo uso lo
decidía Jehová, si no ordenaba su completa destrucción.[8]
¿Por qué Jehová quería la completa destrucción de Jericó
y del Cananeo?
Porque eran personas que practicaban la idolatría, y por
causa de tal práctica ellos sacrificaban sus propios bebes a uno de sus dioses
Baal: tenían una gran estatua de este dios, muy grande y gordo sobre un gran
horno, en donde arrojaban a sus bebes vivos como un sacrificio. Eran personas que hacían ritos sexuales entre
hombres para adquirir un buen año de cosecha; en sus templos tenían a
prostitutas con las cuales estos mismos hombres tenían relaciones sexuales para
tener hijos que seguirían en los servicios de estos dioses y rituales. Era una nación pagana, y Jehová limpia la
casa antes de habitar en ella, y El quería que la tierra prometida estuviera
completamente limpia de estos hombres, dioses, ritos y sacrificios para que su
pueblo no se contaminara y tomara parte con ellos.
Dios convirtió a Jericó anatema y pidió que
los tesoros que habían sido sacrificado a estos dioses paganos fueran puesto en
el Tesoro de Jehová, ¿porqué? En
la Biblia no habla de localización del Tesoro de Jehová, aún el templo no se
había construido, pero quizás tenían alguna cueva en donde ponían las cosas que
Dios pedía, pero Dios la pidió no porque El necesitara dinero, o para que lo
repartieran entre las tribus, sino porque el oro y la plata no puede ser
destruido con espada ni con fuego como el resto de lo anatema, y la tentación
sería tan grande para el pueblo, que en cualquier momento regresarían a
buscarlo y contaminarían sus casas y por consecuencia al pueblo, por eso Dios
lo pidió para su Tesoro, y por eso el pidió la destrucción completa.
Un hombre llamado Acán desobedeció, y su
desobediencia trajo tragedia al pueblo entero. Quizás usted se está preguntando ¿Por qué la
desobediencia de uno le cayó al pueblo entero, porque no solo le cayó a él?
esto es un poco injusto. Miremos la
advertencia de Jehová una vez más:
“17Y
será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella;
solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por
cuanto escondió a los mensajeros que enviamos. 18Pero vosotros
guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de
Israel, y lo turbéis. 19Mas toda la plata y el oro, y los
utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el
tesoro de Jehová.” Josue 6:17-19
Porque Dios no advirtió en contra de una persona sino en
contra del pueblo entero. Josué no
entendió la derrota, el se rasgo la ropa, se tiro al suelo y lloró
preguntándole a Dios ¿cómo era esto posible?
Dios está advirtiendo a su Iglesia, nosotros vivimos en un mundo
anatema, vivimos en un mundo en el cual el aborto, la homosexualidad, la
sexualidad, la avaricia, la inmoralidad y el pecado es aplaudido y Dios está
llamando a su pueblo a santidad, al igual que Canaán Dios no puede habitar en
medio del anatema, Dios quiere su casa limpia.
Veamos cómo Acán trajo esta maldición al pueblo:
19Entonces
Josué dijo a Acán: Hijo mío, da gloria a Jehová el Dios de Israel, y dale
alabanza, y declárame ahora lo que has hecho; no me lo encubras. 20Y
Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el
Dios de Israel, y así y así he hecho. 21Pues vi entre los despojos
un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de
oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está
escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello. Josue 7:19-21[9]
Acán sabía lo que él había hecho, nosotros sabemos lo que
hemos hecho, sabemos que es lo anatema, sabemos lo que hemos codiciado; al
igual que Eva codició el fruto prohibido, David codició a Bethsabe, Acán codició:
desear intensamente una cosa. El pecado
no está en codiciar, pero por ahí empieza, ¿qué estoy codiciando? ¿Qué estoy
deseando intensamente? Porque de un pensamiento, de un deseo a un hecho no está
muy lejos, ¿qué estoy codiciando?
Después lo tomó: hizo posesión de ella, ¿qué hemos
poseído? ¿qué hemos hecho? ¿en qué hemos actuado? Lo cual está ahora escondido
en tu corazón que no permites que nadie lo vea, ni lo sepa. Sabes que Dios lo ve y Dios lo sabe, y El hoy
te dice:
Quieres tu bendición, quieres tu victoria, saca lo
anatema de ti, sácalo, porque tu casa, tu familia, tu iglesia no recibirá la
bendición hasta que mi pueblo este limpio.
Porque no puedo estar en medio de lo anatema, te quiero limpiar, entre
tú y yo, porque sí, el pueblo entero, la familia entera está siendo afectada
por tú pecado.
Hombre de hogar tu acción puede traer maldición a tu
casa, Mujer ayuda idónea tus acciones pueden traer maldiciones a tu casa, Joven
tus acciones pueden traer maldiciones a tu casa, Líder de ministerio tus
acciones pueden traer maldición a tu ministerio, Asistente a líder tus acciones
pueden traer maldiciones a tu ministerio, miembro tus acciones pueden traer
maldiciones a la iglesia.
Ore y
preséntese ante Dios, como le dijo Josué a Acan te digo hoy: Hijo mío, da gloria a Jehová
el Dios de Israel, y dale alabanza, y declárale ahora lo que has hecho; no se
lo encubras.
El Señor nos manda a cuidar el uno por el otro, es
nuestra responsabilidad de velar y cuidar con amor y misericordia, por la
santidad del pueblo, somos un cuerpo.